La planta de PVC de Vestolit en Marl, Alemania, es una planta con integración vertical, es decir que los componentes monómeros para producir PVC se fabrican en esta misma planta. Un producto preliminar importante es el cloro, que se produce por electrólisis usando sal (cloruro sódico). La sal llega al lugar disuelta en agua a través de tuberías. En Marl, Vestolit opera una instalación moderna de electrolisis de membrana, donde la solución salina se separa en cloro, soda caustica e hidrógeno usando corriente eléctrica.
Debido a que la electrolisis es un proceso de energía intensa, la energía eléctrica se considera materia prima. Al reemplazar una porción del suministro regular de energía eléctrica a energía renovable, Vestolit puede reducir sus emisiones de carbono. Y además, ofrece un producto hecho con energía renovable: soda caustica azul.
¿Por qué energía renovable?
Para producir soda caustica azul, Vestolit usa electricidad generada a partir de elementos renovables que nuestro planeta azul provee, tales como viento, luz solar o agua. El resultado es una huella de carbono significativamente más baja comparada con la producción de soda caustica convencional.
¿Dónde se usa la soda caustica?
Los productos de cloro-alcalí de Vestolit se usan en varios procesos de producción industrial y químico. Varias áreas de uso incluyen el tratamiento de agua, trabajo del metal, limpieza y desinfección de productos así como también la fabricación de materia prima para chips de computadoras y producción de silicona.